El autor sugiere una nueva manera de distinguir entre cultura e identidad, lo que les daría mayor claridad comprensiva al análisis sobre la identidad chilena y a su relación con el fenómeno de la globalización. Nos propone, además, cuatro momentos críticos de importancia capital en la historia de Chile que constituyen puntos de inflexión que marcan el comienzo de cinco etapas, donde se desarrollan diversas versiones de identidad, con relativa independencia de si se trata de una etapa de expansión o contracción económica, reafirmando que los momentos de crisis acentúan las preguntas por la identidad y tienden a producir cambios en la aceptación popular de ciertas versiones que pueden ganar o perder su predominancia, así como también pueden conducir a la creación de nuevas versiones.