La autora del libro ha recogido el testimonio y ha hecho un verdadero trabajo de investigación, de búsqueda, tratando de encontrar algunas respuestas a sus propias preguntas.
En el fondo, hay algo más que una reflexión intelectual que se apoya en Freud, Lacan, Miller y otros psicoanalistas, en las referencias de la filosofía -sobre todo en Kant- y del arte. La estetización del síntoma se convierte en un significante amo que la autora ha encontrado para nombrar aquello de lo que se trata en la experiencia de un análisis y que nunca se deja atrapar del todo.
Ese hilo conductor la conduce al final del libro a una lectura y comentarios de algunos testimonios de finales de análisis de los analistas de la Escuela (AE). No es casual, es la consecuencia lógica de las preguntas que se hace Mónica Biaggio. Esas preguntas que ella va tejiendo a partir de las diferentes concepciones del inconsciente y del síntoma, desde Freud a Lacan, y que nos continúan interrogando.