¿En qué mundo vivimos? Es difícil responder porque hay muchos. Sin embargo Boga, el héroe
pasivo de Sudeste, lo sabe bien. El genio literario de Haroldo Conti, abrazado a un idioma de
necesidad narrativa que apuesta todo a la precisión descriptivista, nos cuenta la infinidad
de peripecias que surgen del tedio de la vida. Pero también nos muestra que el hábito es
un arte humano, aunque en este caso con una salvedad: está totalmente dominado por la
naturaleza del río. Pescar, navegar, nadar, esconderse entre los juncos, encender un fuego
en la orilla no son otra cosa que partes de un régimen de supervivencia primitiva que Boga
asume con una perspicacia animal.