Dos inmensos fotógrafos, dos meses de septiembre en las antípodas, esta obra da testimonio de estos hechos que marcaron la historia chilena y más allá. La emoción y los momentos. tensión que siguió a la elección del presidente socialista Salvador Allende en 1970, contada por Raymond Depardon cuando visitó Santiago y el sur del país en septiembre de 1971, siguió del informe de David Burnett, dos años después, justo después del golpe del General Augusto Pinochet. Esta inmersión en el Chile de los 70 cuestiona en qué se ha convertido el país hoy ante los desafíos actuales, a cincuenta años del golpe.
El libro comienza con la serie que Raymond Depardon produjo en Chile, con motivo de la primera aniversario de la elección de Salvador Allende, invitado por el periodista Robert Pledge reunió algún tiempo antes durante un reportaje en Chad. Documenta esta experiencia única y sin precedentes en el advenimiento del socialismo en América Latina con, en particular, la nacionalización de los principales sectores de la economía y reformas agrarias. Depardon entonces fotografias el alboroto en las calles de la capital, las manifestaciones festivas de apoyo al gobierno de Allende. También irá a las tierras del sur a encontrarse con el pueblo mapuche, ignorado durante mucho tiempo, que lucha por el derecho a vivir en la tierra de sus antepasados. él mismo del mundo campesino, y como señala Luis Poirot en su texto: "él ya buscaba su mundo interior, ese que fotografían los grandes fotógrafos».
Dos años más tarde, Raymond Depardon y Robert Pledge, cada uno de los cuales dirigía las oficinas de la agencia Gamma en Nueva York y París, invitan al joven reportero estadounidense David Burnett a cubrir el brutal cambio climático que siguió al golpe de estado de Augusto Pinochet. Sucede unos pocos días después y testimonia el ambiente de represión militar que reina en las calles de Santiago, fotografía a los cientos de opositores al régimen encerrados en los estadios pero también en los funerales de Pablo Neruda. Su labor periodística fue recompensada en 1973 con el Premio Robert Capa.