Entre 2007 y 2008 estalló la crisis financiera internacional más importante desde 1929. El colosal montaje de deudas privadas, pura creación del capital ficticio, terminó derrumbándose en los países más industrializados, comenzando por Estados Unidos, que es la economía más endeudada del planeta. Desde entonces, la palabra 'crisis' está en primera plana, pero su uso se reduce muchas veces sólo a su componente financiera. Sin embargo, esta crisis que afecta al conjunto del planeta tiene muchísimas facetas. Crisis económica. La crisis rápidamente sobrepasó la simple eliminación del capital ficticio y comenzó un largo proceso de destrucción de capital productivo: las quiebras de empresas y los despidos masivos de personal se han multiplicado.
Crisis alimentaria. En los años 2007 y 2008 más de la mitad de la población del planeta vio cómo sus condiciones de vida se degradaban debido a una espectacular subida del precio de los alimentos. Esto condujo a manifestaciones multitudinarias al menos en una quincena de países. En junio de 2009, la cantidad de personas que sufrían hambre se elevó a 1.020 millones, o sea, uno de cada seis habitantes del planeta, 150 millones más que en el 2006.
Crisis climática. Los efectos del cambio climático desaparecieron momentáneamente de las primeras páginas de la actualidad, suplantados por la crisis financiera y económica. Pero no podemos olvidar que el saqueo del medio natural es el pecado mortal del capitalismo productivista, que privilegia los beneficios sin importarle un ápice el coste ecológico.
En el ámbito de la política internacional. ¿Hay un piloto en el avión? A pesar de que, claramente, la orientación neoliberal se mantenga en vigencia, ninguno de sus promotores sigue incólume debido a las fuertes sacudidas de la onda de choque de la crisis. Son pocas las voluntades reales de emancipación pero, en Latinoamérica, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) se ha puesto en marcha. La originalidad de este libro reside en que hace un análisis de la interconexión de todas las crisis. El autor presenta también las experiencias que se están realizando en Venezuela, Bolivia y Ecuador, así como una visión sobre la evolución del movimiento altermundialista, en particular, sobre el Foro Social Mundial.