Desperdicios

Desperdicios se desarrolla en el submundo de los desechos y el muladar de pasillo, en la lógica apática de Sloper, un empleado de limpieza de un típico edificio corporativo. Sloper ejerce su tarea deteniendo su mirada en los detalles, con una torcida codicia por la materia descartada. Su moral nos compromete cuando nos vemos fascinados por su accionar distorsionado, que la novela registra como un termómetro en su creciente desequilibrio: desde las oficinas donde trabaja hasta el sótano de la casa de su madre, y entre la relación trastornada que establece con la única mujer que ha sido amable con él en el trabajo y el paradójico refugio que encuentra en una vecina en silla de ruedas que solo se comunica a través de un botón.
En la línea de Bret Easton Ellis y Chuck Palahniuk, Eugene Marten -según Gordon Lish, «uno de los tres mejores escritores hombres vivos de Estados Unidos»-, escribió una novela negra e impactante. Publicada en 2008 por Ellipsis Press, Desperdicios ofrece una lectura invertida del sueño americano a través del descarte material y humano producido por esa narrativa.