Crónica de analista

Sueño de analista: una desazón infecta corrompe sus armas, el ocaso le ausenta respuestas. El saber escrito estalla en su vidriera de realidades; se desahucian teorías frente a la voraz existencia, ante el rostro obsceno de la locura, de cara a una vejez sin fulgor en sus días, de frente a una muerte consentida... Los bordes del daño acumulan las fechas y los días: pesares vejados entreveran su lejos cercado; el terror atrapado dilapida restos de un tiempo estancado... El destino reclama un sitio a su tejido de historias insanas. Nosotros le armamos un legajo de palabras. Nosotros arrimamos un intelecto gastado. Nosotros disputamos batallas de textos rasgados... en procura de desagravio... Los minutos recorren los dichos en sus opciones; rige nuestra mirada la pertinacidad de algún claro: esa insistencia en la que el lenguaje ilumina las palabras, en que recorta salientes que sudan verdades. Ave atenta en vuelo rasante, así la escucha en su búsqueda imprudente. Nuestra mejilla apoyada en el muro, el aliento que se entrecorta inseguro del silencio... Silencio que nos arroja su espantoso desafío... Conjeturar...