Este libro de Adriana Congiu deriva, me parece, de una tensión esencial a todos aquellos que se interesan por el psicoanálisis. En efecto, ¿cómo combinar autores, referencias, discursos tan distantes como los que aparecen en los textos y seminarios de Lacan sin oscurecer aún más esos originales?
La palabra que me parece importante y que hallaremos en más de un artículo de esta colección es explicar, es decir, un comentario que más que agregar referencias y citas, desarma las mismas y aligera el texto con la potencia del aprendizaje, más que con los fulgores de una sabiduría que solo sirve para atormentar a quien la escucha.
Es sabido que el método que aquí recomendamos no es original. Fue expuesto por Freud, cuando recomendaba al analista imitar el proceder del químico que está más preocupado por el análisis de las sustancia en juego que por su síntesis, dejando ésta al sujeto, quien es el que mejor está preparado para obtenerla (Los caminos de la terapia psicoanalítica, 1918). Del mismo modo, Germán García ha insistido a lo largo de su enseñanza en que si bien es difícil conocer a qué responde una transmisión analítica; lo interesante es que haya en ella un saber inventado (En torno a las identificaciones, 2009).
En este libro, los tópicos son variados y singulares. En todos ellos hay referencias a discursos actuales y pretéritos, a situaciones cotidianas y a referencias de la teoría analítica, pero la claridad con que están expuestos y sobre todo, el espíritu de entendimiento con los que estos problemas se plantean resulta a todas luces destacable.