Hugo Dvoskin nos invita a otra travesía por el cine que le permite anudar los conceptos psicoanalíticos y acercarlos a sus lectores. Los legos podrán encontrar en estas películas clásicas y modernas, la llave que les da lógica a la dramática, a la evolución de los personajes y a sus pasiones. "Madres", "Padres", "Parejas" y "Tragedias cotidianas" son los títulos de los capítulos que nos anticipan que en las cuestiones aquí abordadas, todos estamos implicados. En el final, se nos ofrece una versión original y audaz de "Hamlet". Dvoskin vuelve a sorprendernos, abandonando todo cliché para poner el ojo en la letra, en lo dicho y en la imagen, y transforma al protagonista en un detective de una serie policial.
Los especialistas encontrarán en estos textos en los que se toma a los films como supervisiones, la precisión que la clínica exige a la hora de hacer diagnósticos, la sutileza que se requiere para diferenciar actings de pasajes al acto, la detección de la singularidad psicopatológica y la complejidad de las psicosomáticas. En los apartados que cierra los capítulos Dvoskin propone realizar el salto conceptual que la teoría supone.
Imprescindible y divertido, este segundo libro sobre "cine y psicoanálisis" despierta ganas de seguir yendo al cine, de estudiar psicoanálisis y de esperar el tercero que se promete en algunas notas al pie.