Esta obra admite ser leída siguiendo distintos recorridos. Se puede empezar por cualquiera de los capítulos. Todos tienen idéntica estructura: son diez preguntas que desafían nuestra capacidad de construcción de una tipología. En el combate con esas preguntas, hemos tenido mejores resultados con algunas que con otras. Aspiramos a que cada pregunta se disperse en la lectura en muchas más, porque si la interrogación fue un modo de abordaje, tal vez también sea una clave de lectura.
[...] La noción de malestar cultural tiene como espejo el concepto acuñado por Freud en la década del treinta para poner en evidencia las posibilidades y las limitaciones de los hombres en la cultura. En una instancia lúdica que acompaña todo uso del lenguaje, pensamos que los "malestares" que tratamos de identificar en sus notas más gruesas podían ser atrapados con esa categoría. Sin afán esencialista alguno, el "malestar" remite aquí a una forma de habitar la cultura que puede ser explorado, descripto, identificado, caracterizado, tipificado y, tal vez, hasta explicado.
Estas formas del malestar cultural son probablemente consecuencias de aquel malestar que Freud describió; son cristalizaciones, decantaciones, formas errantes, dibujos a descubrir en las nubes, son estos diez y podrían ser muchos más. Nos quedamos en ese número porque entendemos que expresan el malestar cultural y al mismo tiempo son intentos de salida, búsquedas de la felicidad. Es acaso en esas búsquedas, extrañas, patológicas, inviables, que quisimos retratarlas y, si tuviéramos que buscar un elemento que las hermana es posible que lo sea la pasión: una pasión que no las deja descansar en su incesante protesta contra el universal destino de la uniformización y la extinción. (Fragmentos de la Presentación)
