Este es un libro para una lectura atenta. Es un pensamiento heterogéneo en torno a la comunidad. Eje sustancial de la obra, la cual se caracteriza por reunir experiencias obtenidas de barrios, municipios, comunidades todas que se definen desde el primer párrafo del prefacio hasta el último de todo el capitulado. El texto se fundamenta en la comunidad como principio rector, pero a la par la idea de plena ciudadanía es el motivo por el cual se enfatiza la relevancia de impulsar una mejor comunicación, lograr políticas participativas, rescatar el sentido de la programación activa y de diagnósticos sólidos. Desde luego, ello se acompaña con la necesidad del reconocimiento de otros actores, como las organizaciones de la sociedad civil, y el tener en cuenta la intangibilidad del hábitus de Bourdieu para el mejor mirar de los sectores vulnerables. Las bases para orientar criterios de una economía sustentable local y regional se encuentran incluidas, como también el sentido de una comunidad internacional en la cual actores propios de la integración regional, como las ciudades del Mercosur, también son tenidas en cuenta.
En el texto subyace el sentido de una democracia abierta, de derechos para todos, y un sentido de la comunidad de Bauman, como el lugar seguro donde vivir. Su impronta es un enfoque relacional, una idea sentida de las políticas con contenido pero que sin acciones no tendrían sentido. Se puede decir que es una lección acerca de lo que realmente se debiera concebir sobre como asumir a las instituciones de la comunidad con innovados roles que se destaquen por posiciones polifónicas, mandatos flexibles y una sentida vocación por el desarrollo.