El periodismo no es neutral. Como herramienta de poder y construcción de sentidos, ha sido utilizado tanto para silenciar como para amplificar voces, criminalizar resistencias o denunciar injusticias. En América Latina, los pueblos indígenas han sido históricamente marginados de los relatos oficiales, cuando no abiertamente difamados por los medios hegemónicos. Sin embargo, frente a la desinformación y el menosprecio, han emergido experiencias de periodismo indígena que reivindican el derecho a la comunicación con identidad, la construcción de narrativas propias y la defensa de sus territorios.
Este libro reúne una serie de reflexiones y experiencias que iluminan el papel del periodismo indígena en la disputa por la representación, el acceso a la información y la visibilización de luchas urgentes. Desde la denuncia del genocidio indígena hasta el ciberactivismo en tiempos de pandemia, pasando por el periodismo ambiental y las experiencias de medios autogestionados, los textos aquí reunidos ofrecen una mirada profunda y crítica sobre las múltiples dimensiones de esta práctica.
A través de experiencias y análisis, las y los autores abren un espacio de reflexión sobre la comunicación como territorio en disputa, donde lo que se dice –y lo que se oculta– define derechos, identidades y formas de resistencia.